El Institut d’Estudis de l’Autogovern ha publicado un nuevo informe “El país més descentralitzat del món? Una revisió analítica de com mesurar l’autogovern”, que analiza y busca aportar nuevos planteamientos al debate intelectual sobre qué se entiende exactamente por distribución territorial del poder, qué formas toma, qué conceptos se utilizan para referirse, y qué dimensiones conviene tener en cuenta para conceptualizarla.

Un debate que ha ido muy vinculado a otro reto de primera magnitud: la búsqueda de la mejor forma de operacionalizar cuantitativamente las dimensiones de la distribución territorial del poder. Es decir, la búsqueda de los indicadores e índices que permitan medirla y, en consecuencia, permitan comparar con fiabilidad las distintas realidades. Al debate teórico sobre la conceptualización y medida de las diferentes formas institucionales que puede tomar la distribución territorial del poder, se han añadido a menudo las diatribas políticas sobre la idoneidad, la magnitud y los niveles de la distribución territorial del poder implementados en los distintos sistemas políticos.