La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, y el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, han presidido el acto de conmemoración del 25 aniversario del vigente Convenio Económico, fechado en 1990. A este acto han acudido todos los presidentes navarros desde la muerte de Franco, a excepción de Gabriel Urralburu.

El Convenio de 1990 es el quinto que han suscrito Navarra y el Estado. Fue consecuencia de varios factores, como la aplicación del artículo 45 de la LORAFNA, en consonancia con la Constitución Española que ampara y respeta los derechos históricos de Navarra, y la armonización con las reformas fiscales españolas. El documento ha sido objeto de modificaciones en 1998, 2003, 2007, 2011 y 2015. El acto, a pesar de ser protocolario, estuvo cargado de simbolismo, ya que mostró una unidad política en torno al Convenio Económico.

Uxue Barkos centró su discurso en la defensa de los derechos históricos en un momento en el que se está cuestionando el entramado político institucional hacia la relación bilateral que Navarra mantiene con el Estado. La presidenta ha manifestado que el Convenio es un derecho histórico y que se trata de un sistema de financiación “ante todo responsable, justo y solidario”. Ha recordado que “en plena crisis y caída de ingresos, la aportación de Navarra al Estado ha pasado de los 490 millones de 2010 hasta los 590 millones de 2015”.

Antonio Beteta ha indicado que el Convenio es “un modelo de éxito que garantiza una mejor y más sólida implicación de los navarros en el modelo de Estado constitucional”, además de recalcar que el “Convenio funciona y funciona muy bien, en gran medida por la actualización constante”.

Mikel Aranburu, consejero de Hacienda de Navarra, ha manifestado que el Convenio es “un ejemplo singular de federalismo fiscal en el que Navarra asume un riesgo unilateral porque este sistema de financiación exige a la administración tributaria foral mayor eficiencia y esmero en la recaudación”.

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